Son las formas y maneras las que han cambiado. De hecho, el progreso social ha traído nuevos modos para controlar y violentar. La irrupción de las nuevas tecnologías y las redes sociales han supuesto nuevos mecanismos de control. Lo preocupante es que un tercio de los jóvenes, según nos dicen, considera normal este tipo de comportamiento. No son conscientes de que el control es una forma de más de violencia.
El tema elegido para el Día Internacional de la Mujer en este año 2019 es el siguiente: “Pensemos en igualdad, construyamos con inteligencia, innovemos para el cambio”. La ONU explica que este tema se centra en formas innovadoras en las que poder abogar por la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres, en especial en las esferas relativas a los sistemas de protección social, el acceso a los servicios públicos y la infraestructura sostenible.
La innovación y la tecnología en nuestra sociedad brindan oportunidades sin precedentes; sin embargo, parece que la brecha digital se está ampliando, puesto que las mujeres están insuficientemente representadas en los campos de la ciencia, la tecnología, la ingeniería, las matemáticas y el diseño. Muchas mujeres por cuestiones personales y dificultades para acceder al mercado laboral vieron limitadas sus posibilidades de aprendizaje en estos terrenos.
San Francisco, en un ambiente muy distinto al nuestro, trabajó siempre por hacer de nuestro mundo un mundo de hermanos. Quienes tratamos de vivir nuestra vida cristiana desde la espiritualidad franciscana creemos que todo lo que nos lleve a crecer en fraternidad, en humanidad y en igualdad, merece la pena.
Aprendamos también de Jesús de Nazaret a colocar siempre a la persona por encima de todas las demás circunstancias y, por tanto, a la mujer y al hombre en igualdad.
Benjamín Echeverría
Provincial de los Capuchinos de España