-La imagen más popular representa a Antonio con los rasgos de un joven religioso, el Niño Jesús en sus brazos y una azucena en la mano.
-La juventud se relaciona con el personaje ideal, puro, bueno, acogedor de todos.
-El sayal franciscano (pardo) recuerda su vida pobre y supertenencia a la orden franciscana.
-El Niño Jesús hace referencia a la visión que tuvo en Camposampiero, y expresa su amor a la humanidad de Cristo y su intimidad con Dios.
-La azucena recuerda su limpieza de mente y corazón y camino luminoso de vida.
-La llama evoca su amor a Dios y al prójimo.
-El pan recuerda su caridad y entrega a los pobres. La imagen se relaciona con la obra del "Pan de los Pobres de San Antonio", siempre viva y actual.
-Por último, la imagen más antigua y la más cercana a la realidad lo representa con un libro en la mano, símbolo de su ciencia.
Yo soy un fraile capuchino, sacerdote desde hace 51 años; han sido los dos ideales conscientes de mi vida desde que tuve uso de razón. Conocí a los Capuchinos cuando tenía 4 años y no quise saber de otra forma de vida que la que veía e intuía en los frailes que conocí desde esos años en el pueblo donde vivía –Isuerre, norte de Zaragoza-
El Papa Francisco ha presentado un nuevo documento, una carta apostólica sobre la Santidad en el mundo actual, Gaudete et Exsultate, “Alegraos y Regocijaos”. Nos habla de la santidad como un camino para todos, como una manera de salir de la mediocridad cotidiana y, sobre todo, nos habla de una búsqueda llena de gozo.
Para muchos de nosotros, desde pequeños, nuestra vida cristiana está unida a María. La Virgen, con un nombre particular, bajo una advocación concreta, es la patrona de muchos de nuestros pueblos, barrios y ciudades. Quienes nos iniciaron en la fe, nuestras madres, abuelas, etc.. nos enseñaron a acercarnos a ella, a rezar ante su imagen.